Desde el 2009, Álvarez y Marín junto a inversionistas holandeses, adquirieron la empresa Desarrollo Ecoturístico Cañaveral, dueña de 685 hectáreas y 12 kilómetros de playa en la zona de Kusapín en Panamá. 

La tierra está al lado de una comarca indígena, un área rica en bosques tropicales, ríos, lagunas, playas y arrecifes de coral; y hogar de una flora y fauna exuberante que se mezcla con el folklore y la cultura únicos de la gente Ngöbe Buglé.

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Este es un proyecto para desarrollar de forma sostenible, ecológico y étnico. Consciente de la fragilidad y preciosidad de sus ecosistemas y para preservar la cultura de sus habitantes, este proyecto integrará todos sus componentes para crear una experiencia única y auténtica en este entorno natural idílico.